La regla de oro de todo hombre de negocios es esta: Ponte en el lugar de tu cliente.

Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás silencien tu propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu corazón y tu intuición.

Lo que no se empieza nunca tendrá un final.

La manera de empezar es dejar de hablar y empezar a hacer.

Una onza de acción vale una tonelada de teoría.

El destino no es cuestión de casualidad, sino cuestión de elección. No es algo a lo que se deba esperar, sino algo a conseguir.

Elige un trabajo que te guste, y nunca tendrás que volver a trabajar en tu vida.

Cuando dejas de soñar dejas de vivir.

El realismo es para pesimistas. Un optimista crea su propia realidad.

Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.

Tener grandes expectativas es la clave de todo.

El hombre que no tiene imaginación no tiene alas.

Quiero hacerlo porque quiero hacerlo.

El mejor uso de la vida es dedicarla a algo que la sobreviva.

Definitivamente quería ganar mi libertad. Pero la principal motivación no fue hacer dinero, sino causar un impacto.

El mayor riesgo es no asumir ningún riesgo… En un mundo que cambia realmente rápido, la única estrategia en la que el fracaso está garantizado es no asumir riesgos.

La mejor forma de predecir el futuro es creándolo.

Si todo parece bajo control, entonces no estás yendo lo suficiente deprisa.

No podía esperar para el éxito, así que seguí adelante sin él.

Puedo aceptar el fracaso, todos fracasan en algo. Pero no puedo aceptar no intentarlo.

No importa cuantas veces fracases. No importa cuantas veces casi sale bien. Nadie va a saber ni le importan tus fracasos, y tampoco deberías hacerlo tú. Todo cuanto has de hacer es aprender de ellos y las personas que te rodean porque todo cuanto importa en los negocios es que salga bien una vez.

La suerte tiene lugar cuando la preparación se encuentra con la oportunidad.

La complejidad es tu enemigo. Cualquier tonto puede hacer algo complicado. Lo difícil es mantener las cosas simples.

La cosa más valiosa que puedes hacer es cometer un error–nada puedes aprender de ser perfecto.

En realidad competimos con nosotros mismos, nosotros no tenemos control sobre el rendimiento de otros.

Los ganadores nunca abandonan y los que abandonan nunca ganan.

Uno de los mayores errores que comete la gente es intentar forzarse a tener interés por algo. Tú no eliges tus pasiones; tus pasiones te eligen a ti.

Un líder es alguien que conoce el camino, anda el camino, y muestra el camino.

Cuanto más tiempo pase sin que actúes más dinero estás dejando de ganar.

El precio del éxito es trabajo duro, dedicación al trabajo que estamos haciendo, y la determinación de que, ganemos o perdamos, hemos aplicado lo mejor de nosotros mismos a la tarea que tenemos entre manos.

Pienso que una regla simple de los negocios es, si haces primero las cosas que son más fáciles, entonces puedes de hecho progresar mucho.

Mantente alejado de aquellas personas que tratan de menospreciar tus ambiciones. Las personas pequeñas siempre lo hacen, pero los verdaderamente grandes hacen sentirte que tú también puedes ser grande.

El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, tendrás éxito.

Pensar es fácil. Actuar es difícil. Actuar como uno piensa es lo más difícil.

Un 80% de tu vida la dedicas a trabajar. Quieres pasarlo bien en casa. ¿Por qué no pasarlo bien en el trabajo?

Un día tu vida pasará ante tus ojos. Asegúrate de que merezca la pena mirar.

El fracaso vence a los perdedores, el fracaso inspira a los ganadores.

No tengo miedo a morir, tengo miedo a no intentarlo.

Las oportunidades de negocio son como los buses, siempre hay otro llegando.

Estoy aquí para crear algo pensando en el largo plazo. Cualquier otra cosa es una distracción.

Los negocios son más excitantes que cualquier juego.

Los únicos límites son, como siempre, aquellos de visión.

El éxito en los negocios requiere entrenamiento y disciplina y trabajo duro. Pero si no estás asustado por estas cosas, las oportunidades son tan buenas hoy como siempre lo fueron.

Los home runs de ayer no ganan los partidos de hoy.

El truco está en qué uno enfatiza. Podemos hacernos miserables, o podemos hacernos fuertes. La cantidad de trabajo es la misma.

El emprendedor siempre busca el cambio, responde a este, y lo explota como una oportunidad.

El primero consigue la ostra, el segundo la concha.

No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la más receptiva al cambio.

¿Por qué quería ganar? ¡Porque no quería perder!