El optimismo es el rasgo humano más importante, porque permite evolucionar nuestras ideas, mejorar nuestra situación  y esperar un mañana mejor.

Las actitudes son contagiosas. ¿Merece la pena contagiarse de la tuya?

No pienso en todas las desgracias, sino en toda la belleza que aún permanece.

Soy un optimista. No merece la pena ser cualquier otra cosa.

Una persona feliz no tiene un determinado conjunto de circunstancias, sino un conjunto de actitudes.

Una actitud positiva provoca una reacción en cadena de pensamientos, eventos y resultados. Es un catalizador y desata extraordinarios resultados.

El gran descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida al alterar sus actitudes.

Vayas a donde vayas, no importa el tiempo, lleva siempre tu propia luz.

Puede que todos los días no sean buenos, pero hay algo bueno en todos los días.

Es muy difícil cuando lo tengo que hacer y muy sencillo cuando lo quiero hacer.

Si no te gusta algo, cámbialo; si no lo puedes cambiar, cambia la forma en que piensas sobre ello.

Todo lo que puedes cambiar es a ti mismo, pero a veces eso lo cambia todo.

Si no disfrutas el viaje, probablemente no disfrutes el destino.

La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia.

La vida es un naufragio, pero no debemos olvidar cantar en los botes salvavidas.

No creo en tomar la decisión correcta. Yo tomo una decisión y la convierto en correcta.

Estar interesado en los cambios de estación es un estado más feliz que estar enamorado siempre de la primavera.

Si no consigues todo lo que quieres, piensa en las cosas que no quieres y que no consigues.

Si no piensas que cada día es un buen día, intenta perderte uno.

Alcanza las estrellas, incluso si te tienes que sostener en un cactus.

Piensa en grande pero disfruta de los pequeños placeres.

La única discapacidad en la vida es una mala actitud.

El que conozca tan poco la naturaleza humana como para buscar la felicidad cambiando todo excepto su disposición, malgastará su vida con esfuerzos infructuosos.

La excelencia no es una habilidad, es una actitud.

Nuestras creencias sobre lo que somos y lo que podemos hacer, determinan precisamente lo que podemos ser.

La forma más común en la que la gente renuncia a su poder es creyendo que no tienen ninguno.

Tus opciones de acción pueden ser limitadas, pero no tus opciones de pensamientos.

A menudo es más necesario el cambio de uno mismo que el cambio de escenario.

Amigo mio, no es lo que se llevan de ti lo que cuenta. Es lo que haces con lo que te quedas.

Una actitud mental fuerte, creará más milagros que cualquier droga maravillosa.

He aprendido a usar la palabra imposible con la mayor prudencia.

Las mejores cosas en la vida son inesperadas porque no había expectativas.

Escribe en tu corazón que cada día es el mejor del año.

Cambia tus pensamientos y cambias tu mundo.

Virtualmente nada es imposible en este mundo si pones tu mente en ello y mantienes una actitud positiva.

El hombre que no tiene vida interna es un esclavo de sus alrededores.

Aprende a sonreír en cada situación y verlas como oportunidades para probar tu fortaleza y habilidades.

La felicidad es una actitud. Nos hacemos nosotros mismos desgraciados o felices y fuertes. La cantidad de trabajo es la misma.

Si intentamos ver algo positivo en todo lo que hacemos, la vida no será necesariamente sencilla pero será de más valor.

Si sigues diciendo que las cosas van a ser malas, tienes una buena oportunidad de convertirte en profeta.

Nada es interesante si tu no estas interesado.

No dejaré que nadie camine por mi mente con sus pies sucios.

La única diferencia entre un buen y mal día es tu actitud.

La vida no te ocurre. La vida te responde.

Nunca he conocido a un hombre tan ignorante que no haya podido aprender algo de él.

El mundo está lleno de cactus, pero no nos tenemos que sentar en ellos.

No hay trabajos de baja categoría, solo actitudes mentales.

En la vida hay tantas ocasiones especiales como eliges celebrar.

Cada vez que caigas, recoge algo.