La felicidad

La felicidad no es algo confeccionado. Viene de tus propias acciones.

La felicidad depende de nosotros mismos.

Por cada minuto estás enojado, pierdes sesenta segundos de felicidad.

Sólo hay un camino hacia la felicidad y es dejar de preocuparse por las cosas que están más allá del poder de nuestra voluntad.

Tendemos a olvidar que la felicidad no viene como resultado de obtener algo que no tenemos, sino más bien de reconocer y apreciar lo que tenemos.

El éxito es conseguir lo que se quiere… La felicidad es querer lo que obtienes.

La humanidad no nos pide ser felices. Simplemente nos pide ser brillantes en su nombre.

La alegría de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos.

La felicidad compensa en altura lo que le falta en longitud.

Las personas suelen ser tan felices como hacen que lo sean sus mentes.

La felicidad es un accidente de la naturaleza, un hermoso e impecable accidente.

Algunos causan felicidad dondequiera que vayan; los demás cada vez que se van.

La felicidad es el significado y el propósito de la vida, todo el objetivo y el fin de la existencia humana.

Los niños son felices porque no tienen un archivo en sus mentes llamado “todas las cosas que podrían salir mal”.

El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si te gusta lo que estás haciendo, tendrás éxito.

La gente feliz planifica acciones, no los resultados del plan.

El secreto de la felicidad es la libertad, el secreto de la libertad es el valor.

La felicidad no está en la mera posesión de dinero; Se encuentra en la alegría del logro, en la emoción del esfuerzo creativo.

La felicidad en la gente inteligente es la cosa más rara que conozco.

Escuché una vez una definición: La felicidad es salud y mala memoria ¡Ojalá lo hubiera oído antes!, porque es muy cierto.

Muy poco se necesita para hacer una vida feliz; está todo dentro de ti mismo en tu forma de pensar.

Es la misma marca del espíritu de rebelión la que anhela la felicidad en esta vida.

La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía.

El placer que más raramente experimentamos es el que nos da mayor felicidad.

No hay medicina que cure lo que la felicidad no puede.

No es lo que tienes, o lo que eres, o de dónde eres, o lo que estás haciendo que te hace feliz o infeliz. Es lo que se piensas sobre ello.

La felicidad es tener un amor, el cuidado y una gran familia unida en otra ciudad.

Los grandes elementos esenciales para la felicidad en esta vida son algo que hacer, algo que amar y algo que esperar.