La caridad

La manera de dar vale más que lo que se da.

Ciertos hombres de mal corazón creen reconciliarse con el cielo cuando dan una limosna.

El dinero consagrado a la beneficencia no tiene mérito si no representa un sacrificio, una privación.

Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.

Si tienes mucho, da mucho; si tienes poco, da poco: pero da siempre.

Tirarle el hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él.

En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad.

Encontramos la caridad en el mas alto nivel de la conciencia humana.

La caridad es el océano desde donde salen y a donde van a parar todas las demás virtudes.

Cada acto de caridad es un paso más hacia el cielo

Lo mejor que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a un oponente, tolerancia; a un hijo, un buen ejemplo; a tu padre, deferencia; a tu madre, una conducta de la cual se enorgullezca; a ti mismo, respeto; a todos los hombres, caridad.

Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia.

Tened siempre una gran caridad con todos, y nunca particularidades.

A los ojos de la caridad no es nunca pequeño el bien que se hace ni el mal que se evita.

Aprender a mirar al pobre desde su pobreza, al enfermo desde su enfermedad o al marginado desde su marginación, es el objetivo principal de una caridad bien entendida

Ayudar al débil es caridad; pretender ayudar al poderoso es orgullo.

El amor es la perfección del espíritu y la caridad es la perfección del amor

Hay una cosa que siempre nos asegurará el cielo: Los actos de caridad y bondad con los que llenamos nuestra vida.

Haciendo la caridad, uno no se equivoca nunca

La caridad es la reina de las virtudes. Como el hilo entrelaza las perlas, así la caridad a las otras virtudes; cuando se rompe el hilo caen las perlas. Por eso cuando falta la caridad, las virtudes se pierden.

La persona que no tiene un corazón caritativo padece del peor de los males cardiacos

Para que sea fructífera, la caridad debe costarnos un esfuerzo.

Nada les unirá más a Dios que la caridad.

Tengamos siempre encendida en nuestro corazón la llama de la caridad

La caridad es un deber; la elección de la forma, un derecho.